Casar de Caceres

19/1/13

Tras los pasos de Díaz Ferrán

Los empresarios españoles tienen una idiosincrasia especial. Todos o casi todos cojean del mismo pie. Del pie que les lleva a precarizar el mercado laboral y el pie que les lleva a olvidarse del pago de los costes sociales de sus empresas.


Si antes fue Gerardo Díaz Ferrán quien defraudó y descapitalizó sus empresas para hacerse millonario por la puerta falta, ahora hay otro dirigente empresarial que ha sido puesto en el punto de mira de la Tesorería General de la Seguridad Social. Este empresario y dirigente empresarial es Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña y vicepresidente de la CEOE.
 Arturo Fernández ha sido requerido por la Tesorería General de la Seguridad Social por el impago de las cuotas de la Seguridad Social de una de sus empresas, Grupo Cantoblanco Colectividades, durante los meses de marzo a septiembre de 2012. Por dichos impagos se le requiere la cantidad de 418.566,82 euros en concepto de cuotas patronales, recargos y costas.
 Por lo mismo motivos que a un pequeño empresario o a un autónomo ya habrían hecho efectivo el embargo por impago de cuotas de la seguridad social a este dirigente patronal se le concede un aplazamiento de su deuda. Pero además se incumple la ley porque mientras, en teoría, ninguna persona puede contratar con la administración teniendo deudas con la seguridad social, a Arturo Fernández se lo permiten. Este empresario tiene adjudicada las cafeterías del Senado, el Congreso y la Asamblea de Madrid.
 Arturo Fernández mantiene una estrecha relación con los círculos de poder de la Comunidad de Madrid, por lo que es conocido como el “noveno consejero”. No ocultó su alegría por la victoria electoral del P.P. en el pasado 20N. No es de extrañar por tanto la facilidad con la que obtiene el aplazamiento de su elevada deudo mientras otros son perseguidos por ellas.
 Esta es la clase de empresarios que por un lado eluden sus obligaciones fiscales y por otro exigen nuevas vueltas de tuerca en la reforma laboral o nuevos contratos basura para nuestros jóvenes. Empresarios que no se cansa de exigir a los gobernantes menores costes sociales y mayores facilidades para despedir. Empresarios que no saben competir ni hacer competitivas sus empresas si no es llevando a sus empleados a la precariedad mas absoluta.
 Hoy eluden el pago de sus obligaciones fiscales y mañana descapitalizaran sus empresas para poder seguir llevando sus elevados trenes de vida sin importarles si sus trabajadores tienen o no condiciones de trabajo dignas.
¿Seguirá Arturo Fernández la senda de Díaz Ferrán y acabará como él perseguido por la justicia?

No hay comentarios: