Casar de Caceres

6/4/11

LAS FIESTAS DE AYER Y HOY

LAS FIESTAS DE AYER Y DE HOY

LA NAVIDAD  Con la navidad se inicia el ciclo festivo religioso  de invierno. Es esta una fiesta eminentemente religiosa en la que además de la simbología universal reconocida por todos aparecen manifestaciones particulares fruto de la idiosincrasia popular de cada región.
Las antiguas costumbres hoy se han visto suplantadas por una forma más homogénea y universal de celebrar la fiesta, conocida de sobra por todos y que no entramos a describir aquí. Por el contrario interesa conocer y plasmar las manifestaciones propias y singulares de la navidad casaréña, que es precisamente la que se describe a continuación.
Entre las formas de celebrar la Navidad en el pueblo hay que recordar el desfile típico de cuadrillas que se realizaba por Nochebuena y que recorrían las calles del pueblo animándolas con villancicos. Al pedir el aguinaldo era tradicional cantar este villancico:
Y el aguinaldo pedimos señora,                             Canten con alegría,
Y no nos lo nieguen,                                             lo debo de repetir,
Que traemos mucho frio,                                              que en el portal tenemos,
Venimos pisando nieve                                                 a un segundo David, David, David
También era costumbre hacer la primera visita al Ayuntamiento, donde les recibían el señor Alcalde y demás autoridades, obsequiándoles con un generoso convite.
Los cantos se acompañaban con instrumentos musicales; era pues una noche de andar por la calle de casa en casa, comiendo y bebiendo lo que los vecinos nos tenían a bien ofrecer, que no era poco. Estamos, sin ningún tipo de dudas, ante una concepción muy distante a la que hoy impera: la cena familiar, fiesta en el hogar con total recogimiento.
En la navidad actual son los niños quienes se dedican a pedir el aguinaldo por las calles al son de panderetas y zambombas. En un intento de recuperar esta tradición cada día mas olvidada, la Universidad popular “Helenides de Salamina” tubo la buena idea de realizar la ronda del aguinaldo tal como antes era costumbre, y desde hace ya algunos años congrega a un nutrido grupo de casareños, mayores y pequeños, que recorren el pueblo cantando villancicos, con el afán de revivirlo y destinando lo obtenido a empresas benéficas.
Otro acto que parece consolidarse es el belén viviente que se realiza la mágica noche de Reyes en la explanada de las palmeras y en él participan tanto asociaciones locales como vecinos. Tras finalizar la cabalgata por las calles se celebra la ofrenda de los Reyes Magos.

RONDA DE REYES O DE ÁNIMAS
Sin duda el hecho al que otorgamos mayor singularidad, que ha perdurado a lo largo de varios siglos, es la ronda de Reyes o Ronda de Animas.  Durante los primeros seis días de enero el mayordomo y diputados de la cofradía de Ánimas recorren al anochecer el pueblo, rezando y cantando por las ánimas benditas del purgatorio.  La imagen que ofrece la comitiva es muy original –para algunas personas tenebrosa--, pues todos los hombre van ataviados con capa y alumbrado por la tenue luz de los faroles.  Durante el recorrido va precediéndola el tintineo de una esquila que anuncia su llegada.  Ante todas y cada una de las casas rezan o cantan según el deseo de sus moradores.  Al término se les da una limosna o se les abre la puerta en casas de familiares para tomar un pequeño refresco.  La ronda de ánimas concluye la noche de Reyes con un generoso convite a cargo del Mayordomo para toda su comitiva.  Esta costumbre tan curiosa ha perdurado tal cual y puede ser la única de este tipo en la provincia de Cáceres.  Seguidamente transcribo unas muestras de las tradicionales coplas:
Las Animas de esta casa                                Una corona de flores
quien las pudiera llevar                                   los ángeles te pondrán
volando como palomas                                    si a las Animas Benditas
a la corte celestial.                                             Una limosna le das
San Blas
Quien no conoce el dicho popular que reza así: “Por San Blas, la cigüeña veras, y si no las vieras, mal año hubieras”. La festividad de San Blas se celebra el día 3 de febrero, aunque la tradicional romería se hace siempre el domingo siguiente. El mismo día de la festividad es tradicional en los soportales de la plaza la venta de los típicos cordones y roscos bendecidos. Tal fiesta tiene especial relevancia para los padrinos de bautismo, ya que son ellos quien han de regalar a sus ahijados el pan y el cordón de seda que el niño se anuda al cuello para prevenir los males de garganta, haciendo además un pequeño obsequio. Esta costumbre muy arraigada, que todo buen padrino no a de olvidar, se mantendrá hasta que el ahijado se case.
La fiesta tiene como colofón su romería en la ermita de San Benito y San Blas, al Este del pueblo y cerca del rio Almonte. Hasta no hace muchos años el trayecto, casi seis Kilómetros, se hacía en caballerías, carruajes y a pie, llenando el camino en un ambiente festivo y romero, comiendo y bebiendo entre pandillas de amigos. El camino de hoy no es el mismo que se hacía antes, pues el antiguo partía del Ejido de Abajo y seguía por el actual camino de Sancho Gil, desviándose a la izquierda a la altura del pozo del Canto. Por él se llegaba también a Santiago del Campo tras cruzar el Almonte. Después de la concentración parcelaria, por los años sesenta, se abandona este camino por el actual que todos conocemos.
En la ermita se celebra una solemne misa seguida de una pequeña procesión de los dos Santos por el recinto. Los actos sacros dan paso a la diversión de los romeros que se reúnen en torno a los bares y comen entre amigos y familiares por sus alrededores.
LOS CARNAVALES
Los carnavales se presentan como fiesta pagana donde todo está permitido, contra puesto al recogimiento de la cercana cuaresma; la alegría se impone a la tristeza y a los problemas, la permisividad a la intolerancia, la irracionalidad al sentido común…
Por su carácter profano fue una fiesta prohibida durante algún tiempo, si bien hubo ciertas poblaciones y sectores sociales que no renunciaron a ella. En Casar de Cáceres no tiene demasiado arraigo, y es ahora cuando ha comenzado a dársele mayor protagonismo. De las celebraciones que hoy se hacen cabe destacar los bujacos y el Entierro de la Sardina. Es cierto que durante algún tiempo, seguramente a finales del siglo XIX, se celebraba el baile de los espejos, totalmente desaparecido, que consistía en adornar el salón de baile con espejos, colgados en las paredes con cintas de colores. Con esta muy original decoración se daba paso al baile de carnaval entre los asistentes.
En el carnaval se realizaban los típicos bujacos, muñecos hechos con ropas rellenas de balago y satirizaban a un personaje social. Con ellos se celebraba una boda al estilo tradicional entre el bullicio y el jolgorio de la compañía. Al final los muñecos se quemaban en la plaza de los toros.
Finalmente la fiesta se clausura el Martes de Carnaval, día en el que tiene el lugar el Entierro de la Sardina, cuya comitiva recorre las calles del pueblo para finalizar con la quema de la Sardina, participando todos de una sardina da con vino.
LA SEMANA SANTA
Festividad religiosa por antonomasia, es la muestra más clara de nuestro fervor religioso en la que participa todo el pueblo, junto con los numerosos emigrantes que regresan a pasar las fiestas con sus familiares.
Se abre la Semana Santa con la puja en la que se subastan los brazos de cada una de las imágenes que saldrán en procesión desde el jueves hasta el Sábado Santo. Este acto se celebra el Domingo de Ramos en el centro parroquial a primera hora de la tarde; a él concurren solo hombres la mayoría jóvenes. La Cofradía de la Vera Cruz se encarga de la organización de este evento. Es aun frecuente que haya personas que realicen una promesa y la cumplan cargando con alguna de las imágenes. Eso si antes solo podían ser hombres ahora también pueden ser mujeres las que carguen.
La primera procesión en salir, desde hace algún tiempo, es la del Cristo de la Peña, en la noche del Miércoles Santo. El Jueves Santo tiene lugar la procesión más esperada y emotiva, conocida popularmente como la “procesión de los hombres”, en la cual salen hasta un total de nueve pasos a los que solo acompañan varones portando una vela en la mano. Exclusivamente algunas mujeres descalzas, que cumplen una manda, acompañan a los pasos tras su marcha. En determinadas ocasiones llevan la “mortaje”, una tela blanca cruzada sobre el pecho y adornada con una cruz negra. La población contempla con absoluto silencio y profunda devoción desde balcones y esquinas el paso de la procesión. Esta, como el resto, la organiza la antiquísima Cofradía de la Vera Cruz y en ella salen, por este orden, los siguientes pasos: el Huerto, la Columna, la Ventana, Pilatos, la Verónica, Nazareno, el Crucificado, la Piedad y la Soledad. En el recorrido se cantan saetas desde ventanas y balcones tanto por mujeres como por hombres.
El viernes Santo, por la tarde y tras la celebración de los oficios, tiene lugar la procesión del Santo Entierro al que asisten hombres y mujeres, estas vestidas de mantilla negra tras los dos pasos, el Santo Sepulcro y la soledad. A la noche tiene lugar la procesión del silencio o “procesión de las mujeres”, y a ella solo concurren mujeres acompañando a la Virgen de la Soledad. El recorrido termina en la ermita, donde han sido encendidas grandes hogueras en honor a la Virgen, a su llegada se entona la Salve mientras la imagen entra en la ermita.
La Semana Santa se cierra con los actos de la Vigilia Pascual el Sábado Santo por la noche y con posterioridad la procesión del Encuentro, que se realiza actualmente el domingo por la mañana.
 LA ROMERÍA DE LAS CRUCES
Podemos considerarlo como el día mas señalado en Casar de Cáceres, al que asiste la población en pleno y donde la alegría se contrapone al recogimiento del periodo litúrgico pasado. Las Cruces suponen, junto a la fiesta del Ramo, una cita obligada para todos los casareño que se precie, e incluso quienes viven fuera vienen expresamente este día para disfrutar y participar de la fiesta. La romería tiene lugar en la ermita de la Virgen del Prado, situada en la jara, a nueve kilómetros del pueblo. Tradicionalmente las caballerías se engalanaban primorosamente con las mantas de caballos y sillas de montar, trenzando sus crines y cola. El pueblo queda desierto, los casareños hacen el camino a pie, en carros, caballos y coches, deteniéndose en grupos de amigos para beber y comer.
Ya en la ermita, y tras la celebración de los actos religiosos, se saca a la patrona en procesión a hombros de los romeros por los alrededores. Entonces se da paso a la juerga y a la comida en familia, para regresar al pueblo a la caída de la tarde.
LA ROMERÍA DE SAN BENITO
Continuando con la tradición, el domingo siguiente al lunes de Pascua tiene lugar la celebración de la romería de San Benito. Esta devoción esta, junto a la de San Blas, muy arraigada en la población casareña, considerándose a ambos santos patronos de Casar, junto a la patrona Nuestra Señora del Prado.
De nuevo el pueblo se congrega en la ermita de San Benito y San Blas. Como en todas las romerías predomina una ambivalencia religiosa y festiva, pues tras la misa solemne y procesión de los dos santos, se pasa a disfrutar de un día de campo, si el tiempo no lo impide. En esta romería y aproximadamente hasta mediados de siglo, la hermandad de San Benito y San Blas organizaba un cocido para todos los asistentes. Esta costumbre, que respondía a un periodo de carestía, ha desaparecido por completo, pero hoy pervive la comida que se hace entre los Hermanos de la Cofradía y otros invitados.
FERIA DE GANADOS  
Como en otros muchos pueblos de la región era tradicional la celebración de una feria de ganados a finales del mes de  abril (días 28, 29 y 30). A juicio de los informantes era una buena feria a la que acudían numerosos tratantes o merchantes de todos los lugares. Se ubicaba en el Ejido del Santo, hoy ocupado por las barriadas de las Eras y las Malvinas. En la feria se podía comprar y vender magníficos ejemplares de ganado vacuno, caballar, asnal y lanar. Eran días también en los que llegaban al pueblo feriantes y titiriteros para hacer las delicias de los más pequeños. Naturalmente ha desaparecido por completo, y solo queda de todo esto un recuerdo en la lejanía.
FESTIVIDAD DE SANTIAGO APÓSTOL
El  25 de julio, festividad de Santiago Apóstol, era celebrado en Casar de Cáceres muy especialmente por todos los hombres del campo, junto con el Ramo y el Día del Señor. La fiesta congregaba a toda la población dispersa por los campos que dedicaba este día festivo para descansar de sus faenas agrícolas y ganaderas.
Era muy típico que la noche anterior los niños se entregaran a recoger cajones y latas donde introducían pequeñas piedras; al agitarlas producían un ruido ensordecedor que llenaba todas las calles del pueblo. Últimamente las latas y todo tipo de objetos metálicos se engarzan en una cuerda para ser arrastrados por el suelo. Esta celebración se conoce popularmente como la “velada de Santiago”. Igualmente en la víspera por la noche grupos de amigos salen por las calles cantando, a todo el que se encontraban.
 Tanto la festividad de Santiago como la Velada han desaparecido casi por completo, aunque sería muy necesario que fiestas tan nuestras se mantuvieran en el presente y en el futuro. Antaño era una gran fiesta que los mayores recuerdan como un día de descanso entre amigos. Las celebraciones litúrgicas en honor al Apóstol daban paso al baile que a veces organizaba el propio Ayuntamiento. Hoy en día tan solo se hace una misa en la ermita, situada junto al camino de las Barcas y lugar de paso obligado por los peregrinos, quienes se refugian en sus portales al paso por Casar de Cáceres.
EL DÍA DEL SEÑOR
O también llamado “Corpus Christi”, se celebra el primer jueves del mes de julio, y en la actualidad sus actos religiosos se han trasladado al domingo siguiente. Lo más significativo de este día es la procesión ala que concurren los niños que han tomado la Primera Comunión. Todas las calles por donde pasa la procesión se adornan con macetas y flores, así como muestras de bordados que engalanan los balcones. Además en algunos sitios se erigen altares como descanso de la Sagrada Forma, tupidos por verdaderas alfombras florales.
LA FIESTA DEL RAMO
Comienza esta fiesta a finales del verano, el primer domingo del mes de septiembre, cuando antaño habían terminado las labores agrícolas y los hombres del campo venían al pueblo.  Supone unos días de descanso, de compartir la fiesta con los familiares y amigos.
La fiesta del Ramo es uno de los hechos más significativos y trascedentes de la Cofradía de Animas.  Unos días antes en la casa del mayordomo comienzan a prepararse todos los platos y viandas que formaran parte de la mesa de ofrendas y se recogerán los donativos que para tal fin ofrecen los vecinos de Casar.  Antes toda la elaboración de guisos y dulces se hacían en la casa del mayordomo, en la actualidad se suelen encargar a cocineros y dulceros expertos en el tema.  La víspera del domingo de Ramos se traen del monte del pueblo unos ramales de encinas que se colocan en la puerta del mayordomo y que darán sombra a la mesa, a la par que sirven de ornamentación al lugar.  De ellas se cuelgan algunas ofrendas y sobre la mesa aparecen algunas exquisiteces de la cocina castreña, también se reservan para ese día los mejores ejemplares de las frutas de la temporada.  Rodea la singular mesa las cuatro “bancas de animas” en madera tallada.  El domingo por la mañana, tras la bendición de las ofrendas por el cura, comienza la venta de los productos por los miembros de la cofradía, antes se hacía por subasta siendo la venta directa algo no tan tradicional.
En torno al carácter sacro, durante los cuatros días que dura la festividad (desde el viernes al lunes), aparece la fiesta; verbenas, atracciones para los más pequeños, capeas (toros al estilo tradicional) que hasta no hace mucho tiempo se celebraban en la Plaza de los Toros, dentro del núcleo urbano, siendo todavía visible la peculiar constitución de dicha plaza con amplias balconadas para presenciar los toros.
Una actividad muy singular en la población castreña es “hacer el Ramo”; con esta expresión se denomina en Casar al hecho de reunirse los grupos de amigos en torno a un lugar común (tinados o cocheras) durante los días de la fiesta.  En estos lugares, adecentados para la ocasión, se come, se bebe, compartiendo y conviviendo de esta peculiar forma los días del Ramo.
En cuanto al origen de la fiesta,  diremos que puede tener relación con el ancestral culto al árbol de los antiguos pueblo.  Así mismo los datos más antiguos que se conocen de la Cofradía de Animas, y por ende de la fiesta del Ramo, son del siglo XVI; su celebración ha perdurado hasta nuestros días con la misma intensidad y con pocos cambios en la esencia de la fiesta.
Por toda esta honda tradición existe una clara intención, por parte de las autoridades locales, de declarar a esta Fiesta del Ramo como Fiesta de Interés Turístico Regional.
SAN MIGEL
Aunque no era una fiesta como tal, sino que respondía a la época  en la que se daba por terminado el ciclo agrícola y en la cual se renovaban, de palabra, los nuevos contratos de arrendamiento de pastos y explotaciones agrícolas entre pastores, labradores y propietarios. En este día (29 de septiembre) se descansaba del duro trabajo y los hombres del campo se reunían en el pueblo con familiares y amigos. Al desaparecer la labranza y el pastoreo como actividad principal en el Casar, se ha perdido el carácter festivo de este día.
LA ROMERIA DE LA VIRGEN
Es la segunda romería dedicada a la patrona, la Virgen del Prado, y se celebra a finales de septiembre. Esta es la única ocasión en la que la Virgen visita el pueblo, recibida con fervor por los casareños, y día en que las mujeres y niñas se visten con el traje regional o mantilla para acompañar a la patrona por las calles del pueblo. A su llegada a la iglesia se realiza la ofrenda de flores. Durante la estancia de la Virgen en la iglesia se realiza la novena en su honor, siendo muy visitada por todos.
Cuando la patrona vuelve a su ermita en el Sitio de la Jara, los casareños disfrutan de un día festivo campestre en este agradable paraje. Según  algunos ancianos del pueblo hace algunos años que la patrona visita el pueblo anualmente, pues antes solo lo hacía cada dos o tres años, ya que el recorrido (nueve kilómetros) que separa la población de la ermita se realizaba a pie con la imagen de la Virgen a hombros de los fieles. Se hacían pequeños descansos en el camino. En uno de estos descansaderos, se conserva la mesa  donde se depositaba la imagen, en el lugar donde actualmente se encuentra el puente de la vía del ferrocarril, aunque le falta la losa de mármol que remataba la mesa.
Era también costumbre que en este día, el mayordomo de la Virgen ofreciera un cocido que se repartía entre todos los vecinos concurrentes a la romería; tal costumbre, como en otros casos, ha desaparecido porque ya no se aprecia tal necesidad y a quedado reducida a una comida entre la hermandad.
EL CARBOTE
Como en numerosos pueblos de la geografía extremeña, la noche del 31 al 1 de noviembre se celebra la fiesta del car bote. Durante esta tarde y noche las pandillas de amigos se reúnen para asar las castañas en algún lugar. Hoy se buscan cocheras o tinados para hacer una fiesta, que por otra parte, se aleja cada día más de la primitiva celebración; car botear las castañas a la lumbre. Es tradicional también en esta tarde del car bote tomar chocolate con churros.
En estos días, especialmente dedicados a los difuntos, se suele visitar el cementerio, profusamente engalanado con flores, y celebrar los oficios religiosos por los muertos de la parroquia.