Casar de Caceres

14/1/13

Adiós a 2012

Termino 2012 sin que se haya acabado el mundo como pronosticaron los mayas. Tampoco el final de la crisis llega siquiera a vislumbrarse, a pesar del cambio de Gobierno al que quisieron otorgar efectos taumatúrgicos. Profecías que no se cumplen, mitos que se derrumban. «Cuando gobierne la derecha, el dinero empezará a salir» se escuchaba a menudo por mi pueblo. Y desde luego el dinero ha salido… pero de España. Es evidente que un año es poco tiempo para ‘arreglar’ los factores objetivos de la crisis. Y es más cierto todavía que esos factores no se ‘arreglan’ únicamente desde la política. La burbuja inmobiliaria y los devastadores efectos de su estallido no se resuelven de un día para otro con decretos-leyes, porque se trata de reconstruir literalmente la economía desde buena parte de sus cimientos. Pero un año sí debería haber sido suficiente para marcar una clara inflexión en los factores subjetivos de la crisis: en eso que se llama confianza, ya sea de los mercados, de los empresarios, de los trabajadores o de los consumidores; en eso que hace que «los que tienen el dinero lo saquen y lo muevan», como dicen en mi pueblo. Sin embargo, eso no ha sucedido. Tampoco creo que la salida de la crisis consista en «mover» el dinero en una nueva espiral especulativa alimentada por señuelos emblemáticos. Se trata de invertirlo de forma inteligente y eficiente, aunque eso no es fácil ni ofrece resultados inmediatos. Así que en 2013 seguiremos esperando y trabajando, cada uno en el lugar y en el papel que nos corresponde. Feliz y próspero año en la medida de lo posible.

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