
Y es que efectivamente el tipo que dio origen al conocido dicho eres más feo que Picio, fue un hombre andaluz de finales del siglo XVIII. Según parece, este hombre era un zapatero granadino, concretamente de Alhendín, que se volvió feo debido a un shock. Tras ser condenado a muerte y esperando su ejecución, le llegó la noticia de su indulto, lo que le causó tal impresión que perdió todo el pelo del cuerpo, pestañas y cejas incluidas, y se le deformó la cara.
No pudiendo vivir con el desprecio y asombro que causaba su aspecto a los demás, el pobre hombre acabó retirándose en Lanjarón en un principio, aunque también tuvo que escapar de allí para acabar muriendo poco después en Granada. Y todo esto está descrito por fuentes de la época y se conservan incluso testimonios de las personas que vieron a Picio, el súmmum de la fealdad a juzgar por el dicho.
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